Tu mamá solía ser siempre la que pasaba detrás tuyo para limpiarlo todo. Juguetes, ropa, casi todo... Tenía un sentido del orden escondido en su interior.
¡Los zapatos y la ropa de mamá eran los más elegantes! Después de todo, ¿quién no querría parecerse a la mejor mujer del mundo?
A veces, comíamos más de lo que ayudábamos en la cocina... Pero siempre hemos aprendido de la mejor chef: nuestra mamá.