Materiales sostenibles

Poliéster reciclado

El poliéster reciclado es obtiene de residuos reciclados como, por ejemplo, botellas de PET, ropa vieja de poliéster o redes de pesca recogidas del océano. Su producción requiere un 59 % menos de energía que la producción de poliéster puro y su huella de carbono es un 32 % menor. Estos residuos, que de lo contrario, acabarían en vertederos, reciben una segunda oportunidad.

Algodón orgánico

El algodón orgánico se cultiva sin el uso de pesticidas ni fertilizantes sintéticos, y además está libre de semillas modificadas genéticamente. Su cultivo consume un 90 % menos de agua y produce hasta un 46 % menos de CO2 que el algodón convencional. Nuestro objetivo es confeccionar la mayor cantidad de productos posibles a partir de fuentes recicladas o renovables.

Algodón reciclado

La producción de los hilos reciclados empieza con la recogida de residuos textiles que, a continuación se clasifican por color, se procesan y se crean nuevos hilos. Los procesos que no necesitan teñido reducen el consumo de agua y la contaminación. Para obtener 1 kg de algodón normal se necesitan hasta 11  mil litros de agua, y para teñir 1 kg de hilo se utilizan 130 litros. Los procesos de reciclaje ahorran hasta 237 millones de litros de agua al día. Además, los tejidos que de otro modo acabarían en un vertedero, reciben una segunda oportunidad.

Bambú

El bambú es una materia primera renovable que se obtiene de la hierba de bambú de crecimiento rápido. No es necesario utilizar pesticidas ni fertilizantes sintéticos para cultivarlo, aunque la mayoría de telas de bambú se obtienen a través de un proceso químico más exigente. En comparación con otros cultivos, el bambú no necesita tanta agua cuando se cultiva. Un campo de bambú absorbe hasta 5,1 toneladas de carbono, lo que representa las emisiones de CO2 producidas durante la vida de 3 personas en China, donde se cultiva principalmente el bambú.

Poliamida reciclada

La poliamida reciclada es un material que se obtiene de viejas redes de pesca, alfombras y restos de producción. Estos residuos, que de lo contrario, acabarían en vertederos, reciben una segunda oportunidad.